Partido con más goles que buen juego el disputado en la matinal del domingo en el Pereira entre el Santa Pola y el C.D. Dolores.
El Santa Pola venció 5-4 al Dolores en un encuentro en que, a pesar del número de goles vistos, ninguno de los dos conjuntos desplegó un gran juego; y en el que el colegiado se erigió en protagonista en una actuación que bien merecería un periodo de reflexión por parte de éste o bien un homenaje de despedida por parte del estamento arbitral. De hecho, al final consiguió poner de acuerdo a ambas aficiones por lo desafortunada de su actuación.
En lo meramente deportivo, partido loco en el que a los quince minutos de juego el resultado ya era de 2-2. En el minuto 6 Elvis conseguía avanzar a los locales, pero la alegría sólo duraría un minuto; lo que tardó el Dolores en empatar. Dos minutos más tarde, en el 9, llegaría el gol fantasma de los visitantes que el árbitro fue el único en apreciar (y ello desde casi el centro del campo, lo que hace suponer que disfruta de unas dotes fuera del alcance de cualquier humano). Pero el equipo no se dejó llevar por la actuación del colegiado y en el quince Sigüenza conseguiría empatar el encuentro y hacer justicia. Con empate a dos y una desacertadísima actuación arbitral se llegaba al descanso.
En la reanudación volvería a ser el Santa Pola el primero en golpear y Fernando conseguía el 3-2, nada más iniciarse el segundo acto, lo que parecía iba a dar tranquilidad al equipo y serenar el partido. Pero no fue así; dentro de la locura del partido, el Dolores volvería a empatar el encuentro tan solo tres minutos más tarde con un impresionante disparo desde fuera del área contra el que nada pudo hacer Ángel. Treinta minutos tardó el Santa Pola en transformar en gol, por mediación de Sigüenza, su insistencia sobre la meta rival. Con 4-3 para los locales, y a falta de diez minutos para el final, los de Ismael intentaron cerrar el partido. Y parecía que lo conseguían hasta que el nefasto colegiado quiso erigirse de nuevo en protagonista y decretó una pena máxima, a todas luces inexistente, y en tiempo añadido que supuso el empate a cuatro del Dolores. Pero la cosa no quedaría ahí, y como queriendo compensar por el error, nada más sacar de centro pitó unas manos en el área visitante, existentes pero involuntarias, que Markus no desaprovechó y transformó para dar los tres puntos al Santa Pola en un encuentro loco.
La actuación del árbitro no ensombreció, sin embargo, el gran partido firmado por Elvis que se convirtió en el mejor hombre sobre el terreno de juego, consiguiendo un gol y una asistencia y de cuyas botas salían las jugadas de más peligro.
Estos tres puntos permiten al Santa Pola empatar en la tabla con el séptimo clasificado, a cinco puntos del segundo, y no perder de vista los puestos de promoción.