Un partido de los que no dejan a nadie indiferente. Eso es lo que se vio el pasado domingo en el Estadio Manolo Maciá en el duelo que enfrentó al Santa Pola C.F. con el Algorfa.

     Tras una primera mitad que aburrió al público asistente, en la que ninguno de los dos equipos demostró nada y que acabó sin goles, llegaría una segunda que iba a resarcir a los espectadores por el espectáculo soporífero que habían que tenido que soportar.

     En los primeros minutos de la reanudación el Algorfa parecía que iba a inquietar a los locales y salieron empujando a los de Avilés hacia su portería, siendo de éstos las primeras ocasiones de gol. Pero sería sólo un espejismo, ya que el Santa Pola no tardó en sacudirse el acoso y cambiaron las tornas. Ahora eran los salineros los que llegaban con facilidad y con peligro hasta la meta rival. Y todo ello con buen fútbol. El equipo volvía a carburar y encontró el fútbol que le caracterizó durante la primera vuelta. Sin embargo, la expulsión de Cristian por doble amonestación, parecía que iba a frustrar las aspiraciones de los rojiblancos. Nada más lejos de la realidad; con un hombre menos, el juego incluso mejoró y las ocasiones de gol se sucedían. Sin embargo y cumpliéndose la máxima de que quien perdona acaba pagándolo, sería el Algorfa quien se adelantaría en el marcador en el minuto 78 tras finalizar un contragolpe muy bien llevado. Tras el duro golpe, el equipo volvió a mostrar raza y se fue dispuesto a conseguir como mínimo el empate y lo consiguió. En el minuto 85, otra vez el goleador Alex, conseguía burlar la salida del portero para anotar a puerta vacía lo que suponía el empate a uno. Quedaban cinco minutos por delante que fueron un monólogo del Santa Pola que se volcó sobre el área rival con toda la fe del mundo en la remontada, mientras el Algorfa sólo podía atrincherarse sobre su portería para evitar encajar otro gol. Al final el ansiado premio no llegó y hubo un injusto reparto de puntos. La fe del Santa Pola mereció mayor recompensa, pero al final de los noventa minutos el equipo fue despedido con aplausos por el público asistente.

     Ahora toca una dificilísima salida a Rafal para enfrentarse al segundo clasificado en busca de un triunfo que haga mantener las esperanzas de play off.