Meritorio punto el que se llevó el Santa Pola del Montesico Blanco de San Miguel de Salinas, no tanto por su valía (el Santa Pola necesitaba vencer) como por las circunstancias que rodearon el encuentro.

     El Santa Pola se enfrentaba al Racing San Miguel, su inmediato perseguidor, con las urgencias que supone el necesitar puntuar de tres en tres para volver a meterse en la lucha por el ascenso. Y el equipo salió con la actitud necesaria. El debut de Pedro Torres en el centro del campo daba más calidad aún a esa línea y desde ahí se lanzaban los ataques para romper por banda, unas veces por mediación de Markus y otras por la banda de Jorge. Muy pronto los de Avilés encarrilaron el partido al conseguir en el minuto 17 avanzarse en el marcador con gol obra de Álex, que se encuentra en un gran momento de forma. A partir de ahí el Santa Pola tomó el control absoluto del encuentro, pero en la prolongación de la primera mitad llegaría el error garrafal del árbitro que decretó una pena máxima, a todas luces inexistentes,  que fue el único en ver en todo el estadio y que a la postre le costó la tarjeta amarilla a Pedro. El Racing no desaprovechó la oportunidad y consiguió el empate antes de irse a los vestuarios.

     En la reanudación la cosa no empezaría mejor, ya que a los diez minutos Pedro vería la segunda amarilla  que dejaba al equipo en inferioridad. Para colmo de males Ángel tendría que abandonar el terreno de juego por lesión, entrando en su lugar el juvenil Iván Herrera que estuvo muy activo y que disfrutó de alguna ocasión de gol. Pero la cosa no acabaría aquí y en el minuto 65 los locales aprovecharían un error en la salida del balón para establecer el 2-1 que para otro equipo hubiese supuesto la puntilla. Pero enfrente tenían a un conjunto caracterizado por su furia y por no dar nunca un punto por perdido. La entrada de Josan, que arrastraba molestias y que entró en la convocatoria en el último momento, fue clave para que el equipo se decidiera a ir a por el empate. El míster acertó al colocarlo de extremo y el jugador respondió como sabe hacerlo. A pesar de las limitaciones que esas molestias  le suponían, volvió loca a la defensa local en todas sus intervenciones. Esto dio confianza al equipo que avanzó sus líneas hasta que en el minuto 72 Sigüenza conseguía el merecido premio del gol estableciendo las tablas en el marcador, ante el enfado del público local con sus jugadores, que se veían superados por un equipo en inferioridad. El Santa Pola disfrutaría de ocasiones claras para haber conseguido incluso la victoria. No obstante, el punto sabe a gloria por las circunstancias en las que se consiguió.

     Ahora espera el colista del grupo en un encuentro que se disputará en el Manolo Maciá el sábado por la tarde.

Santa Pola vs. Torrevieja

     El jueves anterior se disputó en el Manolo Maciá el partido correspondiente a la jornada suspendida por los temporales que afectaron a la Comunidad Valenciana antes de las fiestas navideñas. El Santa Pola se enfrentaba a un Torrevieja que ocupa la zona baja de la clasificación pero que ofreció más resistencia de la esperada. Un equipo que vino a jugar al fútbol pero que también dejaba jugar. Al final, la mayor solidez del equipo salinero se acabó imponiendo en un partido en el que los jugadores debían dosificarse mucho para afrontar con garantías el duelo que en menos de 48 horas debía enfrentarles al Racing San Miguel.

     Álex conseguía avanzar a los locales en uno de los goles más tempraneros de todo el torneo. Nada más sacar de centro, Álex recibió un pase en profundidad que acabó definiendo como sabe hacer para establecer el 1-0. Todo hacía presagiar una goleada abultada, sin embargo este gol sería el único que se conseguía en la primera mitad.

     En la reanudación el equipo salió con excesiva relajación, lo que acabaría costando el empate del Torrevieja en el minuto 58. Esto obligó a volver a acelerar la marcha y tan solo dos minutos más tardes Ángel remataría de cabeza un balón lejos del alcance del meta visitante que supuso el 2-1 y la vuelta a la normalidad. De aquí al final del encuentro no hubo nada más que remarcar de un partido que no pasará a la historia por su brillantez.